La luna te podré bajar
las estrellas podrán brillar,
pero yo nunca te dejaré de amar.
Abrí los ojos y el sueño ahí quedó
colgado en ese colchón
lleno de sueños de amor
de sueños que solo mi mente creó
y que mi cama incentivó.
Cerré los ojos con fuerza
para volver intentar caer
en esa dulce ilusión
pero ni eso funcionó,
no podía negar que era un sueño
otro más por el cual llorar.
Deseé nunca más haber despertado
de esa maldita ilusión
afirmaba mi amor,
más no el amor que no siente por mí.
Las lágrimas seguían callendo
y mis sueños seguía mintiendo,
desearía que los sueños fueran verdad
que no fueran solo eso... solo sueños.
-¿Pero si me amas?
-¡Claro que te amo y con todo mi corazón.
No pude creer eso que pasó
¿Sería otro sueño mentidor?
Miguel Aular
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