¿Qué es lo verdaderamente importante?
Busco en mi interior la respuesta,
y me es tan difícil de encontrar.
Falsas ideas invaden mi mente,
acostumbrada a enmascarar lo que no entiende,
aturdida en un mundo de falsas ilusiones,
donde la vanidad, el miedo, la riqueza,
la violencia, el odio, la indiferencia,
se convierten en adorados héroes.
Me preguntas cómo se puede ser feliz,
cómo entre tanta mentira se puede vivir,
es cada uno quien se tiene que responder,
aunque para mí, aquí, ahora y para siempre:
levantarme un día sin saber qué hacer,
tener miedo a mis recuerdos,
sentirme solo alguna vez.
Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quiero,
abandonarlo todo por tener miedo,
no convertir en realidad mis sueños.
Queda prohibido no demostrarte mi amor,
hacer que pagues mis dudas y mi mal humor,
inventarme cosas que nunca ocurrieron,
recordarte sólo cuando no te tengo.
Queda prohibido dejar a mis amigos,
no intentar comprender lo que vivimos,
llamarles sólo cuando les necesito,
no ver que también nosotros somos distintos.
fingir ante las personas que no me importan,
hacerme el gracioso con tal de que me recuerden,
olvidar a toda la gente que me quiere.
Queda prohibido no hacer las cosas por mí mismo,
no creer en mi dios y hacer mi destino,
tener miedo a la vida y a sus castigos,
no vivir cada día como si fuera un último suspiro.
Queda prohibido echarte de menos sin alegrarme,
olvidar los momentos que me hicieron quererte,
todo porque nuestros caminos han dejado de abrazarse,
olvidar nuestro pasado y pagarlo con nuestro presente.
Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen más que la mía,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha,
pensar que con su falta el mundo se termina.
Queda prohibido no crear mi historia,
dejar de dar las gracias a mi familia por mi vida,
no tener un momento para la gente que me necesita,
no comprender que lo que la vida nos da, también nos lo quita.
Por: Alfredo Cuervo Barrero.
Me topé con este corto pero significativo video y sentí la necesidad de compartirlo. Me trajo tan gratos recuerdos; sentí nostalgia y tristeza ligada con un poco de alegría al verlo. Fue en mi último día de clases de mi colegio en Julio del año pasado en donde nos regalaron a mi promoción poco antes de graduarnos como bachilleres de la república, una excelente despedida nuestros profesores, personal administrativo y obrero que compartieron con nosotros mucho años de momentos que nunca olvidaremos. La despedida terminó de una manera que al menos a mi, de tan sólo recordarlo me causa muchos sentimientos; una de las profesoras más queridas por la promo 46, Marina Labarca, nos leyó ''Queda prohibido'' de Alfredo Cuervo y sencillamente fue una pequeña guía de lo que nos quedaba prohibido hacer luego de que nuestros caminos dejaran de abrazarse, y fue totalmente inevitable no dejarse llevar por el dolor que nos causaba separarnos y a la mayoría nos salían lágrimas. Ese poema aun sigue rebotando en mi memoria y definitivamente será imposible olvidar ese maravilloso momento que nos dieron. Gracias una vez más.
Miguel Aular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario