No hay musa más perfecta
como lo eres tú,
mis versos sin ti se quedan cortos,
sin esa rima que embellece
sin esa armonía que parece
atrapar el silencio de los cielos.
Eres el motivo,
la razón,
la excusa,
por la cual
estos versos se escriben
y se derraman por las páginas
casi solos,
como dejarse llevar por los impulsos
incontrolables e impredecibles.
Eres la victoria después de la batalla,
el ''buenos días'' por las mañanas,
el beso en mis veladas.
Eres la lágrima inesperada
el salto repentino de mi corazón
los celos inexplicables
sin razones justificables,
la preciada joya de la realeza
la más deseada
el diamante en bruto
el más brillate
el que toda mujer desearía tener,
eres la afrodita
que hace vida en la Tierra,
defines la palabra belleza
y la haces tuya.
Eres la lágrima inesperada
el salto repentino de mi corazón
los celos inexplicables
sin razones justificables,
la preciada joya de la realeza
la más deseada
el diamante en bruto
el más brillate
el que toda mujer desearía tener,
eres la afrodita
que hace vida en la Tierra,
defines la palabra belleza
y la haces tuya.
Eres la lluvia en mi sequía,
y el Sol en mis tempestades,
eres la calma de mis nervios
y la razón
por las que mis piernas tiemblan
por las que mis manos estorban,
eres el fuego en mi invierno
y la brisa en verano
y la risa que sale sin esfuerzo,
todo esto y mucho más
eres tú.
Miguel Aular.
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