lunes, 1 de diciembre de 2014

Amantes.


Como siempre (desde que nos conocemos), todo ha empezado con un rápido intercambio de miradas, porque en nuestra consciencia está esa voz que nos grita que alguien nos observa; aunque la verdad, nunca nadie se ha dado cuenta: que además de vernos justo y fijamente a nuestros ojos, mucho más allá de nuestras almas, nos desvestimos en la sala y nos amamos en la cama.

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